Mucho gusto, Naiguatá
En Caracas tenemos la bendición de que a solo minutos de la ventana por donde la miramos, llegamos al silencio absoluto que nos ofrece esa montaña mágica que nos protege llamada Ávila.
Ella me ha enseñado a esucharla. Por eso dejé de insistir en subidas que terminaron sin darse, para conocer el Pico Naiguatá. Hasta que por fin la montaña me abrió el camino, y no solo me regaló una invitación, sino un día perfecto, un clima delicioso y un grupo con el que no paré de reir ni un solo paso hacia la cumbre, y de regreso.
Salimos 14 personas, muchos iríamos por primera vez y otros no eran visitadores recurrentes de la montaña por lo que sabíamos que la subida sería muy tranquila, a ritmo de paseo, sin apuros y con el único objetivo de disfrutar, conocer y (en mi caso) aprendernos el camino para volver.
Aun cuando hacía mucho que no emprendía una ruta larga de montaña, hay ciertas cosas que no se olvidan y que hacen del paseo mucho más amigable y seguro.
- Prepara una mochila cómoda, que se ajuste bien a tu espalda y en la que puedas meter suficiente comida e hidratación, primeros auxilios básicos, chaqueta cortavientos y, personalmente, yo siempre me llevo una linterna porsia.
- Si hay riesgo de lluvia mete todo en bolsitas selladas (yo lo hago así haya un sol radiante porque uno nunca sabe).
- Llevar unos buenos zapatos y medias gruesas es sumamente importante si no estás dispuesto a sufrir por horas. Parece exagerado, pero hasta el roce de una costura en la ropa puede ser la peor tortura de una caminata de montaña.
- Anótate en el libro de visitas del puesto de guardaparques. Aunque debería ser obligatorio, muchos dejan pasar este check de seguridad que parece inútil, pero a la hora de un imprevisto, podría salvarte la vida. Además es una manera de contribuir con quienes cuidan de nuestros parques.
- El tiempo en la montaña es vital. Todo lo que te demore buscar el teléfono en el último bolsillo del bolso para tomar una foto, o sacar el termo para tomar un sorbo de agua son minutos que de luz que te restan si se te hace tarde en la ruta por alguna razón. (Parece exagerado pero no lo es) Cada minuto cuenta.
- Puedes tener todo el equipo listo, pero ¿tu cuerpo está preparado? Regálate un buen fortalecimiento antes de decidir hacer una ruta larga de montaña. Tus articulaciones lo sabrán agradecer.
- Activa tus sentidos. Ve atento a lo que ves, escuchas, hueles y sientes.
- Aprovecha cada toma de agua. Mira bien que sea agua que corra si vas a beber de ella.
- A la naturaleza no le importa tu huella. Llévate tu basura de regreso y las ganas de rayar árboles o piedras que alteren el paisaje.
Recuerda que la cima es solo un ratico. La verdadera experiencia es el recorrido para llegar y volver de ella. Tomar tantas previsiones suena exagerado, pero hará el camino más placentero y los imprevistos no acabarán con el disfrute.
Todas estas indicaciones, y muchas otras de orientación, las explicó muy bien Lago Baroni, quien es montañista en formación, ultramartonista y running coach, en su ponencia sobre seguridad en la montaña en el evento de Saber Correr Online “De vuelta a la montaña”.
Aquí les dejo su presentación para que tomen sus previsiones en la próxima salida que tengan
